El deporte y la música, así como los viajes, tienen algo en común: hermanar a personas de cualquier parte del mundo bajo una misma pasión. El turismo los une en la forma de asistir a eventos, competencias, visitas a lugares emblemáticos o a conciertos y festivales, lo que crea experiencias distintas al resto, inolvidables y que muchos catalogan como “el viaje de su vida”, según un estudio de la empresa global facilitadora de viajes Collinson.

Como sucede en otros campos, la demanda emocional se convierte en impacto económico positivo para los destinos. De acuerdo con la empresa, el valor del turismo deportivo en el 2023 fue de $564 mil millones en el mundo y se proyecta que alcance los $1.3 billones en el 2032. Para ese mismo año, se prevé que el turismo musical alcance los $13.8 mil millones.

Fanáticos sin fronteras

Señalar que los fanáticos deportivos y musicales son participantes entusiastas es quedarse corto, su emoción por asistir a eventos de sus equipos o artistas favoritos los lleva más allá de sus fronteras. Si bien la mayoría hace viajes nacionales, el 46 % de fanáticos deportivos y el 42 % de los musicales ha visitado un destino internacional para participar en un evento.

Entre los viajeros internacionales, el 84 % visitó una ciudad o país que no conocía y, entre ellos, un 31 % señala que regresó al destino y un 30 % afirma que planea hacerlo en el futuro. Los más dispuestos a viajar fuera de su país son los menores a 24 años, lo que es, en buena medida, debido a la naturaleza tribal de algunos deportes y la música.

Eventos favoritos

Al ser el deporte más popular a nivel mundial, no sorprende que la mayoría de los fanáticos deportivos (69 %) viaje para asistir a eventos de fútbol; de hecho, este grupo demuestra una enorme pasión, pues van prácticamente en la misma medida a encuentros nacionales (71 %) como a internacionales (72 %).

Después del fútbol, el básquetbol es el deporte más popular por el que las personas viajan (27 %), seguido de las Olimpiadas y la Fórmula 1 (26 % para ambos) y el tenis (21 %). Sobre los eventos musicales, tenemos que los más atractivos para los fanáticos incluyen Rock en Río, Coachella y Tomorrowland.

Si bien la razón primaria de viaje de ambos grupos es asistir a eventos, estos son solo parte de una experiencia más grande. Por eso, la mayoría de los fanáticos deportivos (76 %) y los musicales (78 %) prefiere llegar a su destino con hasta tres días de anticipación al evento para conocer la localidad y partir, también, hasta tres días después (79 % y 80 % de manera respectiva).

Planear la experiencia

Existe un rango de opciones para los fanáticos deportivos y musicales cuando se trata de planear un viaje, y el cómo crean sus itinerarios impacta en su experiencia total. En general, la mayoría (54 %) de quienes viajan para asistir a cualquier evento se apoya en agentes de viaje para contratar paquetes; los fanáticos deportivos (58 %) y musicales (55 %) están por encima de ese promedio.

Otra opción bastante popular es reservar paquetes a través de los propios clubes deportivos (47 %) y de asociaciones musicales (40 %).

Viajar en equipo

Las travesías deportivas y musicales tienen un componente emocional extra, ofrecen a los viajeros recuerdos especialmente significativos y, por ello, muchos eligen visitar destinos en compañía de alguien con quien compartir la experiencia.

Un 33 % viaja por eventos deportivos o musicales con su pareja, mientras que un 38 % lo hace con amigos (una cifra que se eleva hasta el 40 % cuando se trata de fanáticos musicales y decrece al 37 % con los deportivos).

Si se hace una segmentación por género, los hombres viajan más por deportes (56 %) que por eventos musicales (51 %); por su parte, las mujeres suelen encontrar en la música (49 %) un estímulo más fuerte para visitar destinos que en los deportes (43 %).

Gastos de viaje

De acuerdo con Collinson, el 83 % de los turistas deportivos ha viajado en avión para asistir a algún evento en los últimos tres años o planea hacerlo en los próximos doce meses, igual que el 71 % de fanáticos musicales. Por ello, es consecuente que sus gastos en aeropuertos suelan ser un tanto elevados.

Mientras el 44 % de quienes viajan por eventos gasta $100 en promedio, los fanáticos de la Fórmula 1 (32 %), las Olimpiadas (31 %) y el básquetbol (30 %) están dispuestos a gastar $200 o más en los aeropuertos, el mismo monto que un 25 % de los fanáticos musicales.

En lo que respecta al gasto total del viaje, los presupuestos para turismo deportivo suelen ser los más elevados. El 51 % de este grupo invierte más de $500 en la experiencia, de los cuales un 29 % gasta más de $1000, en especial cuando se trata de viajes internacionales; los turistas deportivos asiáticos (17 %) pueden llegar hasta los $2000.

Por edad, los viajeros de entre 25 y 34 años lideran la tabla de gasto: el 33 % invierte más de $1000 en eventos deportivos y el 31 %, el mismo monto en turismo musical.

Si bien hay un sinnúmero de deportes y eventos musicales que añaden variedad a la oferta, existen dos constantes sobre las que se construye la demanda: un claro deseo de los viajeros por elevar la experiencia total y un profundo interés en preparar travesías en torno a algún evento específico.

El resultado de todo ello genera oportunidades para que los proveedores de servicios del sector adapten su oferta, aprovechen su entorno y conviertan eventos clave en recuerdos inolvidables para los viajeros.

Fuente: The value of sports and music tourism – Collinson (julio 2024)